jueves, 30 de septiembre de 2010

TERCERA CARTA PARA EL COMANDANTE CANO




“QUOD ANTEA FUIT IMPETUS NUNC RATIO EST”
“Lo que antes fue impulso, ahora es razón”
Sören KIERKEGAARD



Señor CANO:

Algunos analistas de asuntos colombianos coinciden en afirmar que las FARC le ocasionan a COLOMBIA unos gastos tan inmensos que, de no tener que usarse en esa absurda guerra que Ustedes le han planteado al Estado, y que, si ese dinero pudiese gastarse en Educación y Salubridad, se aceleraría dramáticamente la salida del lamentable subdesarrollo en que vive el país.

No tenemos que decirle a Usted quiénes son los que sufren las consecuencias de ese estado de cosas y quienes necesitan con urgencia de alguien que los reivindique. Eso lo sabe Usted muy bien pues cuando inició su andadura en la guerrilla – aunque hoy esa noble idea haya perdido para Ustedes su vigencia-, su objetivo era rescatar a esas masas irredentas de la miseria a la que las condena el atraso. Recuerde Usted sus arengas a los combatientes invitándolos a “luchar por una justa distribución de las tierras”, a “tomar el poder para el pueblo y gobernar para los trabajadores”, a “lograr que los recursos del Estado se usen en la educación y el bienestar de los campesinos y los obreros”. Hoy, mire lo que ha logrado esa guerrilla con el deterioro de sus ideales y con el cambio de sus objetivos:

• Un país aun más injusto del que era
• Un país que probablemente hubiese invertido más en vías de comunicación para mejorar los accesos de los campesinos a las ciudades, sus mercados naturales, mejorando sus posibilidades de vender sus cosechas y mejorar sus vidas. Eso lo obstruyó la guerrilla porque el dinero debió gastarse en combatirla.
• Un país con vocación agrícola que pudo haber desarrollado una enorme Industria de producción de alimentos con inversión en regadíos, vías y tecnificación, pero que continúa en condición precaria porque el campesino pobre huyó del campo huyendo de la guerra -la guerra que ustedes plantearon- a perder su identidad y hasta su dignidad en las ciudades hostiles y también pobres.
• Un país que quizá pudo mejorar la educación de sus clases más necesitadas con colegios en todos sus ciudades, pueblos y veredas pero que no lo logró porque el gobierno debió atender la prioridad más apremiante de combatir una guerrilla condenada al fracaso desde su inicio y hoy más que nunca pero, con una alucinada capacidad de destrucción y de crear terror con sus resultados lógicos de abandono del campo, pérdida de los medios de producción, huida de los capitales, empobrecimiento y miseria.

Un “regalo” adicional de tamaño monumental le dieron Ustedes a su país: Han servido a la corrupción, mal mucho más dañino que ninguno otro en cualquier Estado porque esquilma generalmente los dineros de la asistencia social, de la educación pública y de las obras públicas. Los corruptos, esos delincuentes de tan alta peligrosidad que cometen sus crímenes desde los despachos oficiales o desde lujosos despachos particulares, aprovechan muy bien que el problema del “orden público”, es un mal que concita la atención de todos mucho más que sus “trapicheos” de vampiros para lograr sisar cifras increíblemente grandes. Ustedes quienes algún día creyeron ser los “redentores del pueblo “, hoy, abandonadas sus viejas banderas en las que dejaron de creer y dedicados como están a engrosar cuentas en dólares en los paraísos fiscales, sin saberlo son también una ayuda para las sanguijuelas que empobrecen más a los pobres que un día, algunos de Ustedes soñaron redimir.

Usted Señor CANO, hoy cuando la madurez y los largos discernimientos han puesto ante sus ojos la verdadera vía para solucionar los problemas de su país, sabe que esa guerra que inició las FARC hace cuarenta y siete años nunca tuvo posibilidades de éxito y que en los tiempos actuales, cuando hasta CASTRO acepta que los proyectos marxistas son un fracaso, es necedad persistir en esa guerra absurda que solo sirve a algunos seres irremediablemente lisiados de la mente que pueden disfrutar de la muerte y del sufrimiento ajeno.

El idealismo juvenil que lo impulsó a Usted a creer que se puede construir con un fusil, es ahora razón que le hace entender que las armas solo pueden ser valor para el cobarde y argumento para el imbécil. Con su idealismo, su valor y su sincero interés por su pueblo, Usted puede ser de gran beneficio para su país si abandona con su gente ese erróneo camino y se reintegra a la sociedad con la voluntad de ayudar a su mejoramiento. Usted tiene ahora muy claro que la guerra es sólo muerte y destrucción y que es el rescoldo de la agresividad animal de los humanos primarios.

Leímos por estos días la siguiente frase:

“Hay que ser muy mezquino para pensar que la muerte de una persona puede ser la solución de nada”
Tomado de Rebelión.org./Adolfo Mena

¿Conoce Usted a Adolfo MENA, verdad? Es uno de los más fervientes apologistas de las FARC. Esta frase la ha escrito en su columna habitual publicada por su órgano de difusión ANNCOL a propósito de que alguien en la prensa de COLOMBIA ha reproducido la euforia que despertó en una mayoría casi absoluta de los colombianos la muerte de MONOJOJOY.

Por primero vez – ojalá de ahora en adelante podamos estarlo siempre – estamos de acuerdo con D. Adolfo MENA. La muerte de ninguna persona es solución de nada. Al contrario, puede ser el origen de otros muchos problemas.

Usted que no parece un ser mezquino tiene en sus manos la decisión de ordenar a los suyos parar esta delirante guerra que, como todas las guerras, sólo ha servido al propósito de matar o lograr que lo maten.

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