martes, 3 de agosto de 2010

¿QUIÉN GOBIERNA ESTOS PAISES Y AL MUNDO?




Cualquier ciudadano del mundo, sea de donde sea y aunque no tenga una gran conocimiento político ni sea versado en economía comprende con total facilidad que, si un país con 30 millones de habitantes tiene capacidad para exportar tres millones diarios de petróleo, es decir, que a precios de hoy ingresa a sus arcas solo por ese concepto aproximadamente 240 millones de dólares diarios, ese país habrá superado con creces la pobreza de sus pobladores y que, por haberlo hecho, ha logrado un nivel de educación y bienestar con el consecuente resultado lógico de gozar de una sociedad en la que los delitos asociados a la pobreza (atracos callejeros, secuestros, robos con violencia y asesinatos) se encuentran en niveles bajos.

Ese país que describimos hipotéticamente, si bien no en los logros pero si en la producción de petróleo, es VENEZUELA. En ese amable país caribeño, hace unos diez años, aunque debido a la inmensa corrupción e ineptitud de sus gobernantes nunca logró salir del absurdo subdesarrollo a pesar de contar con tanta riqueza, si se vivía al menos una relativa abundancia y un casi pleno empleo por lo que sus habitantes gozaban de un nivel de vida superior al de sus hermanos sudamericanos. En esa situación de bienestar relativo, la cantidad de delitos en VENEZUELA eran alta comparada la de los países desarrollados pero, baja o muy baja comparada con la de los países de su mismo grado de desarrollo. Hoy, VENEZUELA “gobernada” por el inefable Hugo CHAVEZ ha alcanzado niveles de pobreza africana. Mientras la gente de las chabolas que rodean las grandes ciudades se muere literalmente del hambre, el gobierno deja pudrirse decenas de miles de toneladas de alimentos porque no hay funcionarios que se ocupen de su eficiente distribución; mientras el gobierno regala a los gobiernos de CUBA, NICARAGUA y BOLIVIA grandes sumas de dinero y petróleo, los venezolanos carecen de servicios regulares de luz y agua, por falta de mantenimiento en generadoras de electricidad y acueductos; mientras CHAVEZ con el dinero del pueblo venezolano dota de modernos coches patrulla a las policías de sus gobiernos amigos, en las grandes ciudades venezolanas se ha alcanzado un nivel de delincuencia pavoroso que ha situado a Caracas, su capital, como la tercera ciudad del mundo, solo superada por Ciudad Juárez de MÉXICO y por San Salvador en el SALVADOR en número de asesinatos diarios.
Estos son los resultados de la “Revolución del Socialismo del Siglo XXI” en VENEZUELA, un país sin presente y sin futuro, en el que la proverbial festiva actitud de los venezolanos se ha convertido en una agresividad antes desconocida; un país en el que los miembros más prominentes del gobierno hacen gala de su grosera ignorancia y de su enfermizo afán de imitar a su “líder”, reviviendo el triste espectáculo que daban los áulicos del dictador TRUJILLO en la República DOMINCANA del pasado luctuoso.

Mientras esto ocurre en la petrolera VENEZUELA, COLOMBIA, en ocho años de gobierno de Álvaro URIBE ha logrado transformarse - de “país inviable” como lo calificaron los expertos hace solo nueve años - hoy en parte de un pequeño grupo de países señalados como “nuevo eje de negocios” por expertos (“Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Suráfrica son los países integrantes de un nuevo clan económico: los CIVETS. El término fue acuñado por el presidente del Grupo HSBC, Michael Geoghegan, durante un discurso en el que destacaba que la economía global está entrando en otra fase y por ello el nuevo eje de los negocios está en el sur, es decir, en los países emergentes. Aparte del BRIC, calificó de atractivos a los CIVETS, al considerar que tienen economías dinámicas, relativa estabilidad política y una población amplia, joven y en crecimiento.”)
COLOMBIA, con la dirección de su Presidente, ha ido logrando superar uno de sus más graves problemas: la violencia generada por la obsoleta guerrilla (antes marxista, hoy convertida en un cártel de tráfico de drogas) y del hijo natural de esta, los paramilitares. Esa casi extinguida guerrilla de las FARC ya no existiría de no ser por el refugio que les da CHAVEZ en su territorio como lo demostró COLOMBIA sin atenuantes en su denuncia ante la OEA.

BOLIVIA es otro país sudamericano que sufre como VENEZUELA uno de esos tóxicos gobiernos llamados "socialistas" a cargo de uno de los monaguillos de CHAVEZ, el caricaturesco presidente Evo MORALES quien logra una precaria estabilidad de su presidencia gracias a la ayuda económica de VENEZUELA a costa de las penurias de los pobres del país benefactor. MORALES, aparte de desbarrar de manera cómica y de disfrazarse de forma absurda para sus presentaciones públicas, no hace ninguna obra que beneficie a sus “gobernados”.

ORTEGA, el presidente de NICARAGUA, cuenta sólo como su único logro la singular hazaña de haber conseguido que su país, que ya a su llegada por segunda vez al poder se encontraba entre los más pobres del mundo, retroceda aun más mientras él exhibe sin pudor sus borracheras y consigue absoluciones judiciales para los delitos que ha cometido y que le han probado testigos y denunciantes, incluyendo a su hijastra.

En CUBA, los CASTRO, esos carcamales quienes después de cincuenta años siguen conculcando y humillando al inteligente y creativo pueblo cubano sumido en una pobreza lastimosa, se dan el lujo de interactuar con gobiernos democráticos, de opinar sobre política mundial y posar de estadistas gracias al bobalicón romanticismo de algunos que aun creen, como en el romanticismo decimonónico, que la tuberculosis es romántica.

Como estos gobernantes de ópera bufa, se pueden mencionar muchos otros quienes en muchos países del mundo ejercen sus funciones no para mejorar las vidas de sus gobernados sino, aunque parezca increíble, para desfavorecerlos, hacerlos víctimas de manejos económicos oscuros a favor de quien sabe qué fines desconocidos, y hasta para perseguirlos sañudamente.

Cuando se observa esto, las preguntas obvias son: ¿Por qué la Comunidad Internacional permite y cohonesta estas situaciones? ¿El poderoso Estados Unidos y la civilizada Europa entrarán en quiebra si le paran los pies al sátrapa venezolano y dan su apoyo claro a COLOMBIA para que este esforzado país pueda consolidar su tan luchada paz? ¿Ningún país civilizado comprende las penurias que tienen que soportar los cubanos, nicaragüenses o bolivianos mientras nadie hace nada significativo para que esos pueblos puedan optar por gobiernos democráticos y capaces? ¿Nos van a contar la historia de que “hay que respetar la determinación de los pueblos”? ¿No saben ya de sobra que esos pueblos no quieren sino que aborrecen a sus gobernantes actuales y desearían el genuino apoyo de los países poderosos para cambiarlos?

Como no se encuentra una respuesta lógica para estos interrogantes, lo único que parece creíble es pensar que quizá sea cierto lo que plantea Daniel ESTULIN, investigador lituano quien en su libro LOS SECRETOS DEL CLUB BILDERBERG (Editorial Planeta) afirma que hay un gobierno supranacional que gobierna el mundo por encima de los gobiernos nacionales, los cuales no son más que títeres manejados según las conveniencias de ese todopoderoso grupo. Sus fines y propósitos, si ese grupo existe, son desconocidos por los gobernantes nacionales porque en realidad, estos, los gobernantes de los países, son solo instrumentos dóciles de quienes en realidad los elige. Eso, aunque no lo entendamos nosotros, simples monosabios, explicaría por qué existen esos extravagantes y nefastos presidentes que vemos en algunos países. Aunque nunca lleguemos a saber para qué han puesto los BILDERBERG en sus puestos a esos desquiciados mentales, al menos nos quedaría el consuelo de saber que a alguien le sirven para algo. ¡Que no es a sus pueblos ni a sus vecinos a quienes les duelen como una llaga!