Carlos FUENTES
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Si se echa hoy un vistazo al panorama político de Iberoamérica se ve que México, Chile, Colombia, Perú, Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Puerto Rico, Brasil, Uruguay (hasta hoy) y quizá El Salvador son países gobernados por personas a quienes se les puede reconocer como estadistas por sus trayectorias y/o preparación académica. Sin embargo, otros países de la región como Argentina, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Cuba, Haití, y Guatemala son regímenes dirigidos por gobernantes que, si bien casi todos han sido elegidos o reelegidos en elecciones supuestamente democráticas, son presidentes que, en el mejor de los casos solo puede decirse de ellos que son políticos habilidosos. Eso, desde luego, si se mira lo positivo porque, si se analizan los aspectos negativos de esos personajes, las conclusiones pueden ir desde lo triste hasta lo dramático.
Tomando solo algunos ejemplos de la catadura de esos gobernantes “populares”, vemos que, por ejemplo, el presidente de Nicaragua, uno de los tres países más pobres del mundo, el señor ORTEGA, dedica su tiempo, no a buscar soluciones para los dantescos problemas de hambre, desnutrición, insalubridad, ignorancia, abandono y miseria del 80% de los nicaragüenses. No, el señor ORTEGA parece pensar que todos esos problemas se resuelven dando prolongados discursos ante concurrencias de personas famélicas llevadas con el señuelo de comida y bebida gratuita. En esos discursos cantinflescos, ORTEGA truena contra el “Imperio” y hace las loas del “Socialismo del Siglo XXI”, un batiburrillo de ideas entre marxistas, peronistas, sandinistas, “quinchobarriletistas”, chavistas, maoístas y un largo e hilarante etcétera por su incoherencia y falta de contenido práctico. Este señor ignora olímpicamente la situación lamentable de Nicaragua y sus pobladores pero, permanece en el poder apalancado por los regalos venezolanos, regalos que llegan a costa de las indecibles penalidades del propio pueblo venezolano.
En Managua, basta recorrer los alrededores de las oficinas del gobierno para comprobar que, en medio de la pobreza evidente de los nicaragüenses, los funcionarios, militares de alguna graduación y personas cercanas al régimen gozan de todos los privilegios por su indumentaria, aspecto saludable – aunque generalmente obeso -, (una rareza en este país ), los coches lujosos en que se movilizan y el alegre desparpajo con que viven. Cuando se ve esto, no se puede evitar pensar que la corrupción es una forma de vida permitida y/o auspiciada por el gobierno.
Quizá una prueba de que la ética no es una norma de conducta para los gobernantes de este país es que, desde hace ya más de tres años, la hijastra de ORTEGA ha denunciado ante todo el mundo que éste la violó desde su niñez. Sin embargo, no hay en Nicaragua ningún proceso que se ocupe del tema porque, hasta el Poder Judicial y los medios de comunicación (con contadas y heroicas excepciones) hacen parte de la corte de aduladores subvencionados del gobierno.
Otra muestra de este pintoresco grupo de gobernantes es Cristina FERNANDEZ de Argentina quien llegó al poder cuando su esposo Néstor KIRCHNER siendo presidente, puso al servicio de su elección, no solo recursos del Estado sino el aparato gubernamental y, a decir de muchos argentinos muy enterados, los propios escrutinios. Doña Cristina, hay que reconocerlo, no es la culpable de la tremenda crisis económica a la que llegó Argentina por causa de una desafortunada secuencia de gobernantes incapaces con la guinda del pastel que fue el inefable Carlos MENEM. Sin embargo, ella con su compadrazgo con los “revolucionarios” iberoamericanos y su resentido discurso montonero en contra de los capitalistas sostenedores del aparato productivo, ha sido capaz de llevar a la Argentina, el mejor productor de carne del mundo a una escasez de carne, paradoja casi imposible que se hizo realidad por la torpeza verbal y la irresponsable tozudez seudosocialista de esta nueva “justiciera”, quien junto a su esposo no han podido explicar fuera de toda duda cómo lograron incrementar su patrimonio familiar en 9 millones de dólares en medio de tan grave crisis económica.
Quien conozca Buenos Aires desde hace algunos años podrá testificar que, si bien allí como en cualquier ciudad del mundo ha habido siempre pobreza, esta nunca fue tan visible como ahora cuando se ven con enorme Y dolorosa frecuencia familias enteras de bonaerenses a quienes se les nota un mejor reciente pasado, durmiendo en las calles al abrigo de cartones y suplicando por unas monedas.
A doña Cristina, la miseria de algunos argentinos no debe de importarle mucho porque, para llegar al “Socialismo del Siglo XXI”, habrá que pasar algunas angustias, ajenas claro, porque ella se moviliza desde su casa campestre hasta la Casa Rosada en helicóptero de última tecnología, usa ropa de los mejores modistos del mundo y perfumes de alto costo y mejor aroma. ¡Así, cualquiera!
Ella, con seguridad piensa como el poeta Eugenio EVTUSHENKO en los tiempos de la Unión Soviética. A este señor, alguien le preguntó si él era comunista, a lo que respondió con cinismo: “Claro que lo soy: se puede ser comunista marxista leninista cuando se puede comer caviar ruso y beber champan francés:” Así deben de pensar también Fidel y Raúl, “dueños” de Cuba a quienes cincuenta años de hambre, miseria y persecución para los famélicos cubanos de hoy les parece poco para la “construcción de la gloriosa revolución cubana”.
MORALES el gobernante de Bolivia, ha llevado a ese país a que los departamentos más desarrollados busquen con afán independizarse para seguir su camino por fuera de esa nación que parece marchar al desastre de la mano de un presidente que no sabe si España es un reino o una república, que muestra como una salvación para la economía de su país la exportación de hojas de coca a Argentina y Chile, un hombre “cocalero” como él mismo se autodenomina. Uno se pregunta:
¿Sabrá este hombre, como lo sabe cualquier boliviano, que la hoja de coca que consumen los indígenas se cultiva y cosecha en cantidades más que suficientes en la huerta casera de no más de cincuenta metros cuadrados? ¿Por qué insistirá ahora en que los campesinos deben poder cultivar coca en extensiones hasta de dos hectáreas por familia? No será porque piensa que el consumo de mate en Argentina va a subir tan exponencialmente, es de creer. Sin embargo, es posible que así piense ateniéndonos a la clase de procesos mentales que revelan el contenido de sus discursos tan inconexos y repetitivos.
No vamos a referirnos en este escrito a todos los presidentes “revolucionarios” de Iberoamérica, pero, de quien no hemos de prescindir es del increíble presidente de Venezuela Hugo CHAVEZ. De él suele decir la gente que está loco. Pero, loco es quien ha perdido la razón, es decir, quien alguna vez tuvo razón pero la perdió. En el caso de CHAVEZ, según lo que él mismo ha contado en sus kilométricos y tristemente jocosos discursos televisados, su propia madre decía que nunca tuvo un ápice de razón. Quien nunca ha tenido razón no puede perderla; por lo tanto, CHAVEZ no es loco. Y si no es loco, ¿entonces qué es? Cretino es quizá un calificativo irreverente para un Jefe de Estado lo mismo que imbécil. ¿Cuál sería entonces la palabra que describa su casi ridícula bravuconería, su discurso resentido, su histrionismo devaluado y su afán de parecerse a BOLIVAR con quien no comparte ni su educación, ni su procedencia socio cultural, ni su estilo, ni su valor y ni siquiera su raza?
El Doctor MARCHANT, presidente de la Sociedad de Psiquiatría de Argentina (una de las más prestigiosas del mundo) ha dicho recientemente en un programa de televisión que, para él, CHAVEZ es un psicópata, es decir alguien que tiene la psiquis enferma. Ha aclarado el Doctor MARCHANT que seguramente CHAVEZ no es un psicópata grave pero, es un psicópata al fin. Que no es un loco porque tiene claro qué quiere y cómo conseguirlo.
Es claro que, lo que un psicópata quiere puede llegar a ser peligroso para la sociedad. Más aun cuando tiene en sus manos poder y dinero con lo que conseguir sus fines. Esto, CHAVEZ lo ha demostrado hasta la saciedad. Con el dinero del petróleo venezolano que fluye como un rio caudaloso, ha ido logrando granjearse la amistad de algunos presidentes sin capacidad, sin ideas, sin programas y con poca vergüenza con los que ha formado un club de admiradores que lo secundan en sus cómicas embestidas contra “el imperio” y en sus descabelladas ideas de hacer, en el siglo XXI de la Aldea Global, una Iberoamérica autárquica.
Por medio de un asistencialismo castrante que no exige otra cosa que el apoyo a sus “políticas” ha logrado el apoyo de una precaria mayoría venezolana. Todos sabemos que Venezuela nunca hizo un uso racional de sus enormes recursos monetarios por las entradas del petróleo y que, a pesar de ellos, mantuvo hasta un 50% de su población en los límites de la pobreza. Pues ese 50% es ahora el capital político de CHAVEZ pues, con el caudal petrolero prácticamente les suministra comida, servicios y vivienda sin que tengan que pagar y por lo tanto que trabajar para procurarse su sustento. Esa masa de “revolucionarios bolivarianos” junto a los funcionarios y militares que reciben las mayores prebendas jamás vistas en ese país, son quienes con las armas que el mismo Estado les ha proporcionado, están dispuestos a defender a sangre y fuego el “Socialismo del Siglo XXI” que no tiene otra base ideológica que la psicopatía de CHAVEZ.
En diez años del gobierno chavista, Caracas se ha convertido en la capital sudamericana con el más alto índice de asesinatos y atracos callejeros. Venezuela ha pasado a ser calificada como el país con la deuda externa más riesgosa del mundo. Sin embargo, CHAVEZ continúa desde la televisión haciendo aspavientos sobre los “logros” de su gobierno; continúa “matoneando” a los gobiernos vecinos que intenten cuestionar su incontinencia e incoherencia verbal; continúa subvencionando los fracasos económicos de los gobiernos de sus aliados a costa del atraso cada vez más evidente de su propio país que hoy ha perdido hasta el 40% de su capacidad productiva de petróleo y muestra el deterioro lamentable de su infraestructura industrial y urbana. Venezuela hoy ha perdido más del 50% de la inversión industrial por la absurda persecución que CHAVEZ ha desatado contra los industriales. Es decir, la Venezuela chavista ha logrado lo que parecía imposible: demostrar que los gobiernos anteriores a CHAVEZ, casi todos incapaces, miopes, irresponsables y corruptos, fueron, comparados con este, excelentes.
Si necesitas que te hagan una chaqueta, lo obvio es que busques un sastre, pero, si se te ocurre buscar para ello un fontanero, por buena voluntad que él tenga de hacerla, la hará absurdamente mal. Pues igual, si un pueblo necesita un gobernante, ha de elegir un estadista porque si elige por ejemplo, un militar, un cura, un sindicalista campesino, un payaso o una pretenciosa ama de casa, su gobierno, obviamente ha de ser absurdamente malo
¿Por qué en Iberoamérica estos caudillitos de opereta se eligen y permanecen en el poder? La respuesta no puede estar sino en la mala y escasa educación de buena parte de su población. Como dijo uno de los más grandes intelectuales del mundo, el mexicano Carlos FUENTES, “no se puede engañar a una persona educada” y, desde luego, menos a un pueblo educado. Pero en Iberoamérica, la educación estatal que sigue siendo escasa, la poca que existe ha caído en manos de los educadores sindicalizados que piensan más en lograr sus privilegios casi pecaminosos en una sociedad tan necesitada, antes que en procurar mejorarse a sí mismos y a mejorar la calidad de la educación que imparten, que cada día es peor. Se entiende por tanto que, unos pueblos mal educados, sean fácil presa para estos charlatanes tan peligrosos.
Cuando nos preguntamos hacia dónde va Iberoamérica, esta tragicómica visión del continente nos hace recordar la frase que dicen que dijo un político mexicano ante la multitud: “Compatriotas: nos encontramos todos en el borde mismo de un profundo abismo. Os invito a que demos un paso adelante”.